Hoooola,
vaya, vaya, que se me acumula el trabajoooo. Qué rabia, ya es mi última semana de vacaciones que, afortunadamente, pasaré en el estudio, pero… ya se acaba, pero el disco, no. Pero, no adelantemos acontecimientos. ¿Qué pasó el viernes y el sábado? Pues que me tocó cantar sin parar. 11 canciones con muuuuchos coros, algunos en unos tonos realmente altos para mí y que me supusieron un gran esfuerzo, está todo grabado en vídeo, mis caras de dolor creo que deben de ser de libro. Empecé fuerte, encallándome en el primer tema del día, que pese a no ser muy complicado, en apariencia, tenía muchas armonías vocales y entre encontrar las notas adecuadas y que yo las pudiera cantar en su punto… pues, llevó su tiempo. Además, siempre que me toca empezar a cantar me entran todos los canguelos, aunque el arranque fue el jueves por la tarde. Normalmente no acabo de creerme del todo la letra y la melodía hasta que no la canto en el estudio. Aunque haya tenido las primeras maquetas y la preproducción que hicimos con Luis, es como si no fueran de verdad hasta ese momento y ahí es cuando realmente las disfruto más. El viernes canté 4 temas con todas sus voces y el viernes 6. Queda uno por escribir, está toda la música grabada, tengo la melodía pero aún no tiene letra, así que se grabará cuando me venga la inspiración divina, vaya, cuando me ponga en serio a escribir. El domingo descansamos y hoy hemos vuelto. Tocaba día de empezar con la edición, limpieza de pistas, revisar todo a conciencia, antes de empezar con la mezcla, que es cuando llega la magia. Mañana seguiremos editando y no será hasta el miércoles que empecemos a mezclar. Hay muuucho trabajo por delante. Las canciones, algunas, son muy peculiares en estructura, canciones sin estribillo, con partes muy diferenciadas y sí, esta vez sí, con muchas, muchas guitarras eléctricas, muy diferente a The Way You Do It. Pues, eso, mañana más y a sguir avanzando con ganas.

Besos, abrazos y achuchones varios,
Edu